Generaciones…

Somos unas generaciones, entresacadas de entre toda la humanidad que ya vivió, que lo hacemos en una etapa de la historia especial.

Perdón para los que vengan después de este corto ahora, pero comprended que navegábamos a la desesperada en una inmensa tormenta que todo lo agita y que hace imposible la armonía para diseñar. Si nos juzgáis por los actos, no entenderéis nada de vuestros antecesores.

Como colectividad planetaria hay, por un lado, un inmenso avance en el saber, que ya no está circunscrito a pocos, sino en manos de todos. Por el otro, unos comportamientos basados en lo histórico, incluso lo prehistórico, de los pocos que mandan en el planeta. Un desastrito queridos políticos. Os podíais ir todos a la mierda. Ninguno de vosotros nos gustáis a la inmensa mayoría, solo personas aisladas luchando, pero como organizaciones diseñadas para hacer lo que la mayoría quiere sois un fraude, una falacia y una mierda. Y no os libráis ninguno, partidos todos para inventar líderes de cartón, maniquís del escaparate que emboban pero que al hartazgo llevan, por su ceguera egocéntrica. La humanidad actual, unida sin fronteras por Internet, no sale de su asombro y vota cuando puede localmente por el mal menor sobre las pírricas ofertas políticas que solo miran su ombligo y pretenden, sin embargo, cambiar el mundo.

No hay derecho a saber colectivamente tanto y ser considerados como necios por los que tratan de convencernos de algo. No es normal que aún no impere la visión de la mayoría de que hay que ponerse al día. No más pueblos tontos que dirigir. No más los problemas de un país u otro, no más las regiones, no más los pueblos islas, no más las lejanías. Que se imponga ya, con todas las reglas democráticas, lo que el pueblo bien informado quiere en su mayoría. Sabemos tanto del universo que ya no hay que hablarnos más que en términos planetarios. Mierda a los nacionalismos. Que se jodan y que solos se queden, que se pudran, se lo han ganado, serán nada en el futuro. Pero la inmensa mayoría sabe bien hacia donde hemos de evolucionar, ahora precisamente que somos capaces de influir en la evolución del planeta.

Me encanta donde vivo pero es solo una parte de mi casa, el planeta tierra, y considero que todos sus territorios y mares están en mi esencia, mientras viva y después de muerto. Solo el planeta es el grano minúsculo en el que yo me he agitado con insignificancia, pero con percepción, y lo veo frágil e indefenso. Terrible pensar que es la humanidad la que sin rumbo lo dirige, pudiendo orientarla con solo aplicar el saber y no el interés de algunos. Temo por la humanidad venidera, por la que parte de ella me siento. Deseo fervientemente que algo ocurra que haga cambiar favorablemente el rumbo del planeta, de la humanidad. Sería bonito pensar que un día, por Internet, se impondrá la mayoría inmensa que desea simplemente una armonía entre lo que sabemos y lo que hacemos, única garantía de un progreso coherente.

Una vida futura mejor para el planeta y sus habitantes temporales es posible y necesaria. Solo hay que hacer imponer el peso de la inmensa mayoría bien informada.

Generaciones … ya no hay que hablarnos más que en términos planetarios…

… ya no hay que hablarnos más que en términos planetarios…

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