Pero además, en la propia célula, comienzan a producirse sustancias citoesqueléticas que tratan de acondicionar la estructura celular a la función. Una de estas estructuras citoesqueléticas comenzó a ser, en algunos metazoos, los filamentos de actomiosina, proteína contráctil que facilita el movimiento.

Hubo otras que no lo desarrollaron, quedando así separado el mundo animal del vegetal, donde los caminos evolucionarios de las plantas no consideraron prioritario el movimiento, lo que determinó su anclaje. Su anclaje fue una decisión evolutiva de la vida que, aunque parezca errónea por sus limitaciones, debe encerrar miles de vivencias desconocidas que intuyo son placenteras. Al menos, todas demuestran que quieren prolongar su existencia o la de su descendencia, o echando raíces, o atrayendo con su olor y color a aves que diseminen su polen.

Toda una vida sin cambiar de lugar, como nosotros respecto al universo. Un entorno sin más cambios que los atmosféricos, algunos de ellos estoy seguro que placenteros, como las caricias de las brisas, la tenue ducha de una lluvia suave o el calor dulce de la primavera.

En el mundo animal, por el contrario, se comienza a dar prioridad al movimiento, que va desde anillos constrictores durante la división celular a pulsos internos que generan transporte de nutrientes. El ulterior desarrollo músculo-esquelético proporcionará el desplazamiento, la migración y la adaptación al medio de los animales. Surge la denominada “explosión Cámbrica”, un tiempo hace 600 millones de años donde un gran número de formas de vida aparecen en los registros arqueológicos.

La vida se multiplica y se ramifica enormemente, optando por la multi-prueba para dar más posibilidades a los verdaderos planes de la naturaleza. Búsqueda de la diversidad para aumentar la probabilidad de conseguir un objetivo desconocido y obscurecido por la mera lucha por la supervivencia.

En el camino de la evolución, múltiples especies para que la vida sobreviva. Muchas de ellas ya han desaparecido y todas ellas persisten en la lucha por la supervivencia, estando perennemente en peligro de extinción. ¿Qué querrá la vida con este empeño por sobrevivir?…

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