El proceso de separación gradual de la cavidad primitiva del cuerpo en 3 sistemas funcionales distintos se ha completado también en los mamíferos.

El órgano común que combinaba en un tiempo la digestión, el sexo y la respiración llegó a convertirse respectivamente en el tracto gastrointestinal, el sistema reproductivo y el corazón, pero su anciana unidad es detectable en el embrión humano.

Es interesante el comprobar que el sistema nervioso central que controla estas funciones ha evolucionado en paralelo, para reinvertir en el corazón un papel reproductivo. En determinados peces, un único nervio no mielínico (el vago) emite ramificaciones inervatorias para las vísceras, pero no existe inervación directa del corazón. En vertebrados inferiores, esta inervación se produce y adapta la función cardiaca a la percepción del peligro, induciendo un estado de inmovilización que incluso para el corazón para no ser percibido por los depredadores.

Los vertebrados superiores, en cambio, utilizan otra respuesta, lucha o vuela, mediante la inhibición vagal y la estimulación de la frecuencia cardiaca por la secreción de hormonas adrenérgicas en el torrente sanguíneo. Quedan así listos para luchar o huir. El desarrollo de un nervio vago mielínico que inerva el corazón, con orígenes en el núcleo ambíguo de la médula, supuso una nueva característica evolucionaria específica de los mamíferos. Con ella, cambios en el tono vagal son responsables de un rápido enlentecimiento o aceleración de los latidos cardiacos. Al mismo tiempo, vías de inervación procedentes del cortex frontal de los mamíferos permiten influir en el tono vagal mediante percepciones de seguridad y deseo de proximidad social. El individuo es así capaz de alcanzar la calma y quedar receptivo a la interacción con otros seres, o bien resultar terrorífico al invocar peligro de muerte que fuerza una huida pronta.

Esta función del nervio vago resulta fundamental en el comportamiento requerido para cortejar, copular y sostener las parejas. La tendencia a identificar el corazón como el lugar de la afección, la pasión y la constancia supone algo más que un aspecto poético, ya que posee una base neurofisiológica en los mamíferos.

¿Cabría pensar que el amor de corazón es el último capítulo en la evolución cardiaca?…algo así comienza a ser identificable. Algo así se percibe en las especies. Algo así parece la vida perseguir…

tendencia a identificar el corazón como el lugar de la afección, la pasión y la constancia supone algo más que un aspecto poético, ya que posee una base neurofisiológica en los mamíferos.
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