La formación de trombos en el sistema venoso es frecuente en personas de poca movilidad y largos periodos en cama, así como en pacientes intervenidos quirúrgicamente, principalmente de procesos traumatológicos. Estos trombos venosos silentes pueden ser la fuente de un embolismo pulmonar agudo, un cuadro grave que es capaz de generar dolor torácico, disnea súbita y desaturación sistémica intensa. El embolismo pulmonar agudo masivo puede originar la muerte. Si se hace crónico, puede originar hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca derecha. Al margen de actitudes preventivas en pacientes propensos, solo la cirugía urgente o la fibrinolisis sistémica pueden considerarse actitudes activas ante el grave cuadro. Su diagnóstico está basado en la sospecha clínica refrendada por un TAC con contraste de urgencia. Cuanto antes se haga el diagnóstico antes pueden plantearse actitudes terapéuticas. El tiempo es oro en esta patología.
En nuestro hospital disponemos de un sistema de aspiración de trombos ya ubicados en el árbol pulmonar mediante cateterismo cardiaco urgente en la fase inicial del cuadro. El sistema permite la introducción de una cánula hasta la arteria pulmonar central, a través de la cual se introduce un catéter que, a la vez, fragmenta y aspira el contenido trombótico. La aspiración puede combinarse con fibrinolisis “in situ”, lo que favorece la lisis del trombo residual. Esta trombectomía ha demostrado salvar vidas y resulta muy eficaz cuando el trombo es aún fresco. La combinación de fragmentación, aspiración y lisis del coagulo permite revascularizar el pulmón afecto, restaurar la oxigenación y evitar la insuficiencia cardiaca y la hipertensión pulmonar.