A propósito de un paciente recientemente tratado por Grupo Cardiológico CORPAL en el Hospital Cruz Roja de Córdoba, surgen en nuestra memoria acontecimientos del pasado que fueron historia de avances médicos importantes en el tratamiento de enfermos cardiacos graves al presentar lesiones coronarias con importante contenido trombótico.
Se trata de un paciente de 67 años de edad que ingresó en nuestro hospital con un síndrome coronario agudo. Se realizó inmediatamente un cateterismo cardiaco que mostró una lesión crítica con gran contenido trombótico en el 1/3 medio de la arteria Descendente Anterior. Se implantó un stent directo y el paciente evolucionó favorablemente.
La Figura 1 muestra imágenes angiográficas antes (1 y 2) y después del tratamiento (3 y 4). En ellas se puede observar cómo una lesión crítica con un importante defecto de repleción en la luz, indicativo de contenido trombótico, es capturado por el stent sellando la placa rota en la luz del vaso. Se completa así una adecuada revascularización sin embolismo y con un excelente flujo.
La Figura 2 muestra en detalle la lesión trombótica en proyecciones OAD 30 (1) y OAD 6-Craneal 23 (2). La Figura 3 muestra el resultado angiográfico en las mismas proyecciones (3 y 4).
La Figura 3 muestra el resultado angiográfico en las mismas proyecciones (3 y 4).
Comentario histórico:
Esta práctica médica en pacientes con síndrome coronario agudo es hoy día aceptado y realizado en todas partes del mundo y por todos los equipos cardiológicos. Sin embargo, hubo un tiempo que fue seriamente cuestionada y criticada.
En la década de los 90 del siglo pasado, con la llegada del stent coronario, se pensaba que la alta trombogenicidad de las patas metálicas del stent contraindicaba su uso en lesiones trombóticas. Dada nuestra experiencia opuesta adquirida de entonces, Grupo Corpal postulaba que el sellado de la placa junto a la captura del trombo por la malla del stent debía proporcionar los mejores resultados en este tipo de patología. Como consecuencia, nuestros resultados fueron presentados y publicados en el Congreso Europeo de Cardiología del año 1995 y en el del American College of Cardiology del año 1996.
En ambos foros, el Dr Miguel Romero en representación del Grupo Corpal, defendió magníficamente y con la mayor soltura la presentación seguida de discusión, lo que causó en ambas audiencias asombro, interés y también críticas exaltadas, (no todas precisamente constructivas). Lo cierto es que a partir de entonces, este tratamiento se generalizó por todo el mundo. La Figura 4 muestra el abstract del congreso europeo del año 95 y la Figura 5 una de las diapositivas presentadas en el congreso americano en el 96.
Aunque no siempre ocurre, la historia de los avances médicos puede quedar adecuadamente documentada.
