Desde el BigBang, el tiempo, la materia y el espacio evolucionan al unísono. En la actualidad, las distancias en el cosmos no se miden por kilómetros o millas, sino por el tiempo que la luz tarda en llegar de un sitio a otro. Veamos, la nave enviada por los humanos al espacio que está más lejana de nosotros es la Voyager 1; lanzada en 1977, ya hace tiempo que abandonó los confines del sistema solar, pero en términos de distancia está tan solo a 16 horas luz. Sin embargo, con el Hubble observamos acontecimientos y estructuras infinitamente más distantes. El estudio de la luminosidad de las Supernovas más lejanas, comparada con la de las más cercanas, ha permitido conocer que el Universo no solo no se frena en su expansión, sino que se acelera en el espacio y en el tiempo.
